Carta a un maestro de "nueva hornada"

Estimado Interino Errante,

tras leer tu nueva entrada en tu blog (Pressing Catch) empezaron a bullir algunas ideas al respecto. Así que te escribo esta entrada.

En primer lugar la verdadera culpa de lo que hoy vivimos con los niños son los padres. No con una mala educación, sino con una educación deficiente en valores, criterios o coherencia. Que termina siendo mala sino se corrige.

Valores, porque el valor principal que se enseña es la relatividad y el "si a ti te vale, a mi me vale". Sin pensar que un niño no ha desarrollado su raciocinio hasta el punto de discriminar. El niño necesita ser dirigido y necesita ser instruido, incluso en la capacidad de pensar libremente y con coherencia sobre lo que cree y defiende y el porque. Llegar a ser un "libre pensador" exige guiar el pensamiento hacia la reflexión profunda y critica. Las razones superficiales no te forman, solo rellenan. Esto es responsabilidad de los padres, no del colegio, o de cualquier otra fuente, llámese televisión o playstation.

Criterios, porque los padres no se forman para serlo. Les llega el hijo/a y ... parecen que crecen solos. No se dan cuenta que los dos o tres primeros años lo educan emocionalmente para el resto de su vida. No se dan cuenta que cuando son tan dóciles y "fáciles" de llevar a los 7 u 8 están formando su carácter de adolescente. No se dan cuenta que un adolescente ya está hecho lo suficiente como para que sus padres sean la menor influencia y sean sus grupos de iguales los más influyentes, y es a el/ella (el adolescente) quien le toca decidir.

Coherencia, porque los padres no se ponen de acuerdo, ni hablan sobre la forma de llevar a sus hijos en las situaciones cotidianas de la vida. Lo que uno quita lo da el otro. Lo que uno enseña lo desenseña el otro. Eso sin contar con el ejemplo, principal método educativo de padres hacia los hijos: "Hijo has lo que te digo, no lo que me vez hacer."

Finalmente, podríamos justificar: las interminables jornadas de trabajo, el trabajar los dos para pagar la hipoteca o lo que es peor, por querer tener mas "cosas" (dando más importancia a las pertenencias que a la descendencia). El cansancio de la casa y su limpieza, ropa, comida y demás. Y posiblemente muchísimas otras razones, no todas ellas injustificables o malas: enfermedades, cuidado de ascendientes, divorcios, etc...

Sin embargo, si has decidido ser padre o madre, has contraído la responsabilidad de dicha "personita" y eres su mentor, su cuidador, su guiador,... : SU PADRE o SU MADRE. Así que toca apechugar con la responsabilidad que lleva aparejada.

Y respecto a la televisión, se apaga, se cambia de canal, o se pone el DVD. Que, a veces, es más importante ver un programa que te interesa a ti y "te mereces ver" por que no tienes otro momento o ya has trabajado bastante ese día y estas cansado, sin entender que mal formas a tu hijo/a, y total los dibujos ya los ha visto antes, creo, ¿o no?

Uno de los valores en los que no hemos sido bien educados por nuestros padres, y hablo de esta generación, es en el Control de la Frustración Interior, que nos lleva al auto control y a ver a los demás, especialmente a los hijos, como merecedores de nuestro esfuerzo anímico, mental, físico y espiritual.

Lo triste de hoy es que son más padres los personajes de la tele o de la consola que los padres. Pero la buena noticia es que: TU, PADRE, PUEDES CAMBIAR ESTO.

PD: Un enlace del diario El Mundo (Blog El Descodificador) sobre los intereses de las cadenas televisivas: La tele, enemigo del niño.