"Gutenberg renuncia a la imprenta"

S. XV

Gutenberg acaba de renunciar a su idea de abaratar los costes y hacer disponibles al mayor número de personas La Biblia y otros libros. La razón: los grupos de presión mediáticos, los amanuenses.

Dichos grupos organizados en sectas monacales aseguran que los libros deben ser editados manualmente para que tenga todo su valor y calidad. Además acusan a Gutenberg de atentar contra la cultura, ya que los artistas que trabajan en dichas obras de arte se van a tener que dedicar a otras labores ya que es más sencillo y barato acceder a la cultura por un libro editado por Gutenberg que por una copia realizada por un amanuense.

Los monasterios están altamente costernados porque el sistema de Gutenberg va ha hacer que el mecenazgo huya de los monasterios para anclarse en estas practicas novedosas, llevando a la quiebra la forma tranquila, calidad y rentable de los actuales monasterios.

Grupos de ciudadanos, hartos de ser llamados incultos y ser abusados por las autoridades, al no tener posibilidades sencillas de acceso a la cutura, ha dado su apoyo a Gutenberg. Siendo desoidos por reyes y validos.

Desde todos los foros se escuchan voces de apoyo a Gutenberg: "No desfallezcas, la cultura ha de llegar a todos por igual. Adelante. El futuro de la cultura está en el avance tecnológico que has llevado a cabo."

Y ahora haz la traslación al s. XXI.

3 comentarios:

David López-Cepero dijo...

Actualmente eso sigue pasando en muchas facetas de la vida y del cristianismo.

Un ejemplo, es la proliferación de nuevas versiones bíblicas. ¿Un problema? No, algo enriquecedor, je, y "enriquecedor" sobre todo para las editoriales que cobran derecho de autor por las nuevas traducciones: No las puedes reproducir en algunos casos sin su autorización escrita, entonces ¿Quien es el autor de esas escrituras, los eruditos o el Espíritu Santo?

Tengo una NVI en casa, y si lees al principio, me da permiso para difundir/usar en medios públicos hasta 500 versículos, NO MAS. ¿Debo contarlos...?

Y es que la tecnología te permite hoy día disponer de cualquier versión bíblica, pero luego, segun las editoriales, no debes copiarla, usarla, exponerla, difundirla... si no pagas por ello. ¿Es lícito negociar con la Palabra de Dios y ponerle precio a su difusión? Entiendo que se tengan que pagar unos costes de producción, y que en ocasiones ciertas editoriales inviertan costes en regalar Biblias, pero ¿Habrá algunas que hagan mercadería? ¿Deben prevalecer ellas, las "amanuenses actuales" o el progreso de Gutenberg (distribución libre, via internet, etc)?

José María dijo...

Aun cuando tienes razón en el comentario.

Mi intención inicial era hablar sobre el Canon Digital. Esa era la traslación que pretendía.

David López-Cepero dijo...

Ya me imaginaba... Pero la historia daba pie a ello, y a otras muchas cosas. De todas formas, perdona si he desviado el tema en que querías enfocarte.

Un abrazo brother.