Cuando SEGURO y ROBO son sinonimos (Capítulo 9 y último) - FINAL FELIZ

Acabo de mirar la cuenta del Banesto y he visto reflejado el ingreso en cuenta de los 69,60€ de la factura del arreglo de la persiana de Bernabé.

Aun cuando no se han dignado en dar ninguna explicación de los 5 puntos que les exigía, han cumplido en cuanto a sus responsabilidades y han terminado siendo coherentes con la primera forma de actuar.

Lamentablemente para ellos, ya tenía firmado con Mafre el nuevo seguro, la tardanza es lo que tiene. Que serán iguales, peores o mejores, porque los seguros tienen esta fama, pero... ya se sabe, hay que cubrir la hipoteca.

Así que aunque todo termina más o menos bien. Tras los enfados, correos electrónicos, llamadas telefónicas, reclamaciones por fax y correos a consumo,... han perdido al cliente.

La diligencia, coherencia, eficacia,... productividad en definitiva ha sido lenta y eso ha ocasionado al final más "dolor" al proveedor de los servicios que al cliente. Pues a la larga son los que pierden el ingreso.

No me queda más que aplaudir por la feliz resolución y dejar reflejado en este blog la historia completa de este incidente. Para que así se sepa y se analice por quien lo vea y lea.

Agradecer al último gestor (gestora en su caso) su eficacia y trabajo. Pues en esa última ocasión, si ha sido rápido, eficaz y diligente en su trabajo.

1 comentarios:

María LP dijo...

Lamentablemente la diligencia es algo de lo que se escasea. Al menos hemos conseguido algo; hay gente que mueve cielo y tierra y nada de nada. Pagamos un seguro que se supone se tiene que mover por nosotros, y, al final, somos nosotros los que nos movemos... ¿a dónde irá el dinero, señores míos?