Tiempo, prisas, quehaceres y devocionales

La vida "moderna" está llena de cosas a hacer y a alcanzar. Llena de objetivos mas o menos ambiciosos. La vida cotidiana está llena de trabajo y tareas diversas. Un ejemplo:

  • Dedicas al trabajo unas 11 u 12 horas diarias (incluyendo trasporte y comida).
  • Si tienes familia, debes dedicar tiempo a ella, en mayor o menor medida, dependiendo de su numero y necesidades especificas.
  • Si sirves en la iglesia en algún área, o si no eres creyente y te dedicas a alguna otra labor social, hobby o similar: más tiempo.
  • Debes añadir que has de dormir, al menos un poco.
En definitiva, nos encontramos en una vorágine de actividad frenética. Tanto que incluso, los creyentes, queremos tener nuestros devocionales (tiempo que dedicas a la oración y meditación de la Palabra de Dios) también rápidos. Sin embargo la velocidad de la vida solo hace aflorar mas y mas nuestro deseos y mucho menos la inteligencia y la cordura, en nuestra toma de decisiones. Es en la quietud y en la calma donde se encuentra la fortaleza, y esa quietud hay que buscarla y darle tiempo.

"El Señor, el Dios Santo de Israel, dice:
“Volved, quedad tranquilos y estaréis a salvo.
En la tranquilidad y la confianza
estará vuestra fuerza.”
Pero vosotros no quisisteis,
antes bien, dijisteis: “No,..."
Isaías 30:15

La vida esta llena de cosas a hacer, cosas urgentes, pero no olvidemos que lo que debemos hacer es LO IMPORTANTE.

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