La crisis de los 40

Todos hemos oído hablar de esta crisis. Y tarde o temprano pasamos por ella. Unos llegan antes, otros llegan mas tarde, pero terminamos llegando. El tema es simple. Llegamos casi a la mitad de nuestra vida, o a casi un tercio de ella, si la crisis comenzó antes, y nos damos cuenta de muchas realidades.

  • Los sueños de adolescente o joven: no se han cumplido.
  • La carga familiar es una realidad de la que no se puede escapar.
  • La incertidumbre de estabilidad laboral es una constante. Y aun te queda mucho para la "hipotética" tranquilidad de la jubilación.
  • La hipoteca y la economía es una espada de Damocles continua.
  • Tu tiempo no lo manejas tu. Son otros quienes lo manejan. Esposa, hijos, trabajo,... y responsabilidades variadas. No tengo tiempo para mi.
  • El "ego", ese señorito interior está frustrado por falta de reconociendo a tu labor.
  • No sé muy bien hacia donde camino porque no domino nada de lo que me rodea. Al menos esa es mi impresión.
  • Ojala hubiera tomado aquella otra decisión.
  • Estoy cansado y recupero peor. (Nuestra maquinaría es biología y sujeta a deterioro).
  • Y podríamos incluir otra serie de miedos, dudas y temores variados según cada uno.
El tema es que de esta crisis podemos salir fortalecidos o destrozados. Los que tienen dinero de sobra se compran coches, casas y placeres relacionados con sus diversas inclinaciones: viajar, por ejemplo. Los que tienen poder intentan no perderlo y acrecentarlo sobre los demás: el trabajo, por ejemplo. Se intenta esconder con un sin fin de cosas, que van desde una aventura extramatrimonial a posturas suicidas, pasando por una depresión o en mejor de los casos una aceptación sin más de que ya no hay nada que hacer y solo queda avanzar en los años con la realidad que tenemos.

El tema es que no nos damos cuenta de que estamos en nuestro mejor momento. Cuando el grano de trigo muere en la tierra es cuando crea vida. Cuando los sueños mueren en nosotros, nuestro yo está un poco más moribundo, podemos salir de nuestro mundo y ver las cosas con una mirada distinta, mas enriquecedora.

Siempre hemos sido el centro de nuestro universo. Repasa la lista de arriba y veras que cada ítem tiene algo en común: gira en torno al yo. Reconocerse parte de un cuerpo: familia, trabajo, iglesia, nación, etc... y saber que tu función, aunque no alimente el ego es fundamental y necesaria, te hace reconocerte como quien eres. La cosmovisión que tengas de tu realidad, fuera de los intereses más ególatras, te hará saber que en la vida hay propósito. No estás de balde. Cuando tu interés está centrado en otros, la crisis desaparece. Es más feliz quien da que quien recibe.

Las realidades no son cambiables, las actitudes si. Los gigantes amenazadores no se pueden quitar al modo de la avestruz, hay que mirarlos a los ojos con valor y con la honda en la mano. Y si en la lucha mueres, bueno eso ya lo tenias antes. No hay que tener miedos, los miedos inmovilizan y entonces aceleran la muerte.

La certeza de que vas a morir, eso es seguro, alimenta tus ganas de aprovechar el tiempo, pero no te estreses, así no eres útil. Otro continuará tu labor cuando te hayas ido. Eres parte de un cuerpo, no el "único" miembro.

Si eres cristiano, ya habrás notado que gran parte de lo que arriba comento no son otra cosa que enseñanzas que aparecen en la Escritura. Si eres creyente recuerda además que todo no termina con la muerte, ni con la crisis de los 40.

Si alguna ves pediste ser más maduro, ¿de que te quejas? esta es tu oportunidad de madurar.

0 comentarios: